11.7.10

Se fue el hijo del Barrio: Al- Mahfud

por Mohamidi Fakal-la

El viernes las manecillas del reloj dejaron de desplazarse lentamente por un instante. La tristeza abrigo corazones de niños, mujeres y hombres. El Mahfud dejo de existir físicamente para siempre, es el momento del reto y el recuento para tener presente las enseñanzas que encierran contenidos diáfanos: “En ningún momento la causa tendrá que desaparecer con la desaparición de los hombres”, ahí está el secreto y el ejemplo que hay que seguir por todos y para todos.

Un adiós al hijo del barrio que había escalado posiciones siempre a favor de la causa de su pueblo. Humilde en la cúspide ejecutiva. Era un hombre que pertenecía a la base popular, a la cantera de gente sencilla. Era entonces, de una madera Sahraui propiamente dicho.

En estos momentos difíciles, tus compatriotas reconocen con justicia que te fuiste sin haber caído en la fungiblidad moral y política, que restó siempre savia al proceso social y político, a la causa y a los Sahrauis en su totalidad.Un adiós para siempre, conquistado y merecido con honor de no haber dado la espalda al proyecto de autodeterminación e independencia , a los pobres, a los humildes que un día contigo y con muchos otros, presentes y ausentes, emprendieron el largo camino de la victoria o de la muerte. Tu gente eran tan pobres, tan héroes, tan nobles, tan justos y humildes como lo era colomina vieja, barriada de El Aaiún, donde vivías antaño, y donde los niños del lugar, hoy mayores, veían en ti el cambio hacia un porvenir mejor, después de malos periodos de oscurantismo y de mala gestión que hasta el momento de tu despedida se sigue pagando la factura de la despiadada política de la traición y la agresión.De hecho, el pueblo te acogió en una marcha mancomunada por la disciplina, por la fe y por la entrega, porque sabe sentir y valorar en los momentos menos inesperados. Es la historia que nunca abandona el juicio y la razón porque describe y escribe los pasos con abnegación y contumacia, sin importarle a quién servimos verdaderamente: al pueblo o a la insolencia de nuestros propios propósitos. Entonces eres de los que abrazaron al pueblo para la eternidad.

El pueblo sahraui tanto aquí como en tu ciudad nata, El Aaiún, seguirán recordando tu infancia y tu rebeldía que es la causa misma .Hoy, sin embargo, El Pueblo ve como te lleva la muerte. Y como decía Mahmud Darwish en uno de sus excelentes versos. “…Mas ahora, tras haberme llenado de todos los motivos de la marcha,

No soy mío,
Yo no soy mío,
No soy mío.
Mi mañana lejano, la vuelta de mi espíritu errante.
Como si nada hubiera sido.
Como nada hubiera sido,
Una pequeña herida en brazos frívolos presente…
Mientras se ríe la historia de sus victimas
Y sus héroes…
A quienes mira de reojo, y se va...
Este mar, mío,
Este aire húmedo, mío
y mi nombre
_incluso si fallo al pronunciarlo sobre el ataúd_
Es mío.
“u”; uno, único, unidad
“d”: destierro, dirección, directriz que me dirige y
Me desgarra,
Este nombre es el mío…
Y es de mis amigos allá donde se encuentren,
Y es mió, en presencia o ausencia, mi cuerpo prefijado…
Me bastarían tan sólo dos metros de esta tierra
(Uno setenta y cinco para mí…
Y el resto para la flor de colores confusos
Que, despacio, me sorbe).Y es mío
Aquello que fue mío: mi ayer y lo que será mío.
… moribundo marchando hacia la muerte.
“a”: amigo de la vida, amante, amado, adiós
“hace”: hermano, humano, huerto y huérfano de hambre
“ame”: un manojo de rosas…una insólita estrella en los tejados
y una calle que conduce hacia el puerto…”

Fin. Todo tiene su fin. Que las lágrimas se conviertan en ímpetu de justicia y continuidad . Más no tengo que añadir.

Mohamidi Fakal-la
10.07.10
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Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Entonces Beiba había nacido en El Aaiun, no?. Saludos.